Nadie es más indicado que Osvaldo Cepeda para escribir sobre este tema. Nos une una hermosa amistad de cuarenta años. Juntos hemos vivido infinidad de situaciones, algunas dolorosas, todas de bendición. He estado junto a Osvaldo en circunstancias muy dificiles, críticas, pero nunca lo vi perder el buen humor que manifiesta su gozo interior. En los momentos más duros Osvaldo siempre tiene una ocurrencia que distiende y nos hace reir, aun en medio de la tormenta. Osvaldo no solo escribe sobre el contentamiento, también lo vive así como vive su fe y su confianza en Dios. Este es un libro de inmenso valor y sin duda será de gran bendición para el pueblo de Dios. Miguel Angel Singh
JUAN OSVALDO CEPEDA
Nacis en Doblas, Provincia de La Pampa.
Con su esposa Julia y sus hijos Mónica y Damián sirven al Señor desde que le conocieron. Osvaldo es un plantador de iglesias, respetado por muchos hombres de Dios que ven en él un verdadero padre espiritual. Es un viajero incansable, que recorre Argentina, Bolivia, Brasil y gran parte de Europa, llevando enseñanza y aliento a muchas congregaciones y pastores amigos. Hoy, después de mucho tiempo continua desarrollando la misma tarea de servicio a Dios, con el mismo interés, la misma responsabilidad, la misma pasión y el mismo amor al Señor de siempre.
78 PAGINAS
Nadie es más indicado que Osvaldo Cepeda para escribir sobre este tema. Nos une una hermosa amistad de cuarenta años. Juntos hemos vivido infinidad de situaciones, algunas dolorosas, todas de bendición. He estado junto a Osvaldo en circunstancias muy dificiles, críticas, pero nunca lo vi perder el buen humor que manifiesta su gozo interior. En los momentos más duros Osvaldo siempre tiene una ocurrencia que distiende y nos hace reir, aun en medio de la tormenta. Osvaldo no solo escribe sobre el contentamiento, también lo vive así como vive su fe y su confianza en Dios. Este es un libro de inmenso valor y sin duda será de gran bendición para el pueblo de Dios. Miguel Angel Singh
JUAN OSVALDO CEPEDA
Nacis en Doblas, Provincia de La Pampa.
Con su esposa Julia y sus hijos Mónica y Damián sirven al Señor desde que le conocieron. Osvaldo es un plantador de iglesias, respetado por muchos hombres de Dios que ven en él un verdadero padre espiritual. Es un viajero incansable, que recorre Argentina, Bolivia, Brasil y gran parte de Europa, llevando enseñanza y aliento a muchas congregaciones y pastores amigos. Hoy, después de mucho tiempo continua desarrollando la misma tarea de servicio a Dios, con el mismo interés, la misma responsabilidad, la misma pasión y el mismo amor al Señor de siempre.
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